DESCRIPTION OF THE EXPERIENCE
Esta historia ocurrió en el año 2010 en un colegio de Granada.
Los actores principales involucrados fueron el Equipo Educativo del colegio, liderado por la tutora, el alumno, los padres del mismo y el Jefe de Estudios.
Este alumno en cuestión estaba en Tercero de la ESO (educación secundaria obligatoria). El alumno había repetido con anterioridad el primer ciclo de esta etapa. No obstante, no había superado ninguna de las materias correspondientes a Segundo y Primero de ESO (educación secundaria obligatoria). Por este motivo, el alumno tenía asignaturas suspensas de otro año (algo que me sorprendió, ya que por entonces tenía muy poca experiencia y no entendía cómo se podía dar esa situación). Además, tenía clases de apoyo educativo en el colegio. El chico, al verse abrumado por tantas asignaturas (unas 30) y viendo que les eran imposible de superar, quería abandonar el colegio.
Por los resultados vistos en las Evaluaciones y lo comentado sobre él en las mismas, la tutora habló a solas con el alumno, sonsacándole el motivo por el que quería abandonar el colegio y tenía esa dejadez hacia las asignaturas. Posteriormente, la tutora reunió al Equipo Educativo para comentarlo e intentar dar una solución.
Se acordó que cada profesor hablaría con el chico, de forma privada, para averiguar qué dificultades tenía en cada asignatura. Después de esta conversación querian adaptarle cada materia lo más acorde posible a sus intereses y sus capacidades, además de que se reunió Jefatura de estudios con los padres, la tutora y el alumno para convencer a éste de que no abandonara el colegio y que lo intentara. Además el Equipo Educativo intentaría estar coordinado, el equipo trabajaría juntos para que la situación del alumno mejorase.
El principal problema encontrado fue el cómo motivar a un alumno que ha visto cómo durante años ha suspendido todas las asignaturas, y a pesar de adaptaciones, no ha podido superar, y que ya desde hacía tiempo pensaba en cumplir dieciséis años para abandonar los estudios.
Otro problema fue coordinar todas las áreas, ya que eran demasiadas.
En cuanto al apoyo recibido, fue más el de los profesores que el de sus compañeros de escuela. Los profesores elogiaban sus pequeños logros. Los compañeros se burlaban del alumno.
Finalmente el chico no consiguió superar con éxito las asignaturas, pero sí que alguna aprobó (de Primer curso). Ya no supe más qué pasó con él en el siguiente curso escolar: si siguió o no.
En cuanto a las fortalezas de la experiencia, destacar la unión y el esfuerzo llevado a cabo por el Equipo Educativo para un mismo fin. Pero como debilidad, quizás el no haber alcanzado el objetivo, que no era el que superara esas decenas de materias, pero sí al menos algún curso completo.
